viernes, 18 de julio de 2014

Museo Colección Berardo de Lisboa (Arte contemporáneo): Entrada hecha para exponer a artistas y obras SIN TANTA POPULARIDAD EN LA HISTORIA DEL ARTE

El Museo Colección Berardo, de Arte contemporáneo, y situado en Lisboa, alberga en su interior obras de artistas tan importantes como Pablo Picasso, Marcel Duchamp, Salvador Dalí o Andy Warhol. Y no es que en esta entrada se vaya a menospreciar a dichos artistas. Eso nunca. Sin embargo, el título parece sugerirlo: ''SIN TANTA POPULARIDAD''... ¿De quién se habla entonces? En la Historia del Arte es muy común que se cite a los más importantes, a los más grandes, a los precursores. Aunque eso está muy bien, ¿dónde quedan las demás figuras? Aquellas procedentes de los movimientos artísticos tradicionales, y sin embargo, no tan reconocidas... Aquellas que gozan de gran prestigio pero en círculos muy reducidos... O incluso, aquellas cuya profesión no es únicamente la de ser artista. 


También se puede dar el caso de que, como sucede en este museo, existan obras de los citados arriba, y que sin embargo, sólo se tengan más en cuenta algunas de ellas de dichos artistas en la Historia del Arte. Por ejemplo la popular ''La fuente'' de Duchamp. Es la típica obra de arte que se enseña en una clase donde se está haciendo una introducción al ''arte nuevo''. ¿Y dónde queda el ready-made ''Portabotellas'' del mismo autor? Por unas características o por otras, hay obras que han alcanzado mucha más fama que otras.



Debido a causas como las citadas en los dos párrafos anteriores, dedicaré esta entrada a algunos de los artistas, y a sus obras, que se pueden encontrar en este magnífico museo portugués. Mediante la explicación de lo que exponen, o de imágenes de sus creaciones, intentaré difundir su arte en medida de lo posible, a través de este blog.


''Piccolo'' de Enrico Baj (1962).
Collage fabricado con papel. Óleo y gouache sobre papel y madera contrachapada. 

Enrico Baj (Italia, 1924-2003) es conocido por ser el fundador del nuclearismo, un movimiento artístico que intenta renovar el arte producido en las últimas décadas. Es totalmente antiacadémico, contrario a la abstracción y, en definitiva, una corriente neodadaísta de los años 50. Mediante los temas satíricos, Baj expresa su concepción del mundo, apostando por llenar de frescor al arte de su época.

Este ''Piccolo'' afirma su particular manera de figurar la realidad. Se desconoce, verdaderamente, qué criatura se simboliza en la obra, aunque lo más probable es que se trate de un can con grandes fauces y cuerpo diminuto, un par de patas y un ojo rojo y penetrante que, seguramente -o no-, se encuentre con su gemelo por el otro perfil. Su representación recuerda ligeramente al arte naif. El animal parece exaltado. Su actitud evoca ansiedad. Ladra con su boca de ''piraña'' en medio de un espacio oscuro: son los peligros de la noche. El fondo es granulado y caótico, destacado por generar una especie de neblina de confusión que altera al espectador. La vegetación y el suelo térreo, creado con contrachapado que otorga una textura rica y natural, confirman que se trata de un bosque o un jardín muy grande. Los ojos rojos del perro, que se tornan de dicho color por el aumento del ritmo cardíaco y el consumo de oxígeno debido a su alteración, transmiten miedo. No se puede saber si el perro en sí teme de algo, o si directamente es él quien aterra con sus aullidos. Yo apostaría por lo primero. Pero de todos modos, el objetivo de Baj parece ser provocar conmoción y susto. Incluso las fosas nasales se mantienen muy abiertas, en un gesto de abrirse y cerrarse constante, para poder mantener el corazón latiendo. Las patas muy separadas y tensas sugieren que el animal corre o persigue, o bien se mantiene en guardia. 

''Landscape #3 (Desert Biosphere)'' de Ashley Bickerton (1988).
Aluminio anodizado, madera lacada, vidrio, arena, alambre, metal, poleas, ventiladores y tejido de vinilo.

La autora de este paisaje escultórico se llama Ashley Bickerton (Barbados, 1959): importante exponente del Neo-Geo (Neo-Geométrico, Nueva geometría, Neoabstracción geométrica), una corriente artística de la década de 1980 basada, como su nombre bien dice, en el uso de formas geométricas, otorgando a las composiciones de estructuras completamente puras. 
La obra ''Landscape #3 (Desert Biosphere)'' tiene un nombre evidente, puesto que su objetivo es representar un paisaje; el desierto. Los colores cálidos (naranja y amarillo) recuerdan a lo árido, a las dunas del Sáhara. Sin embargo, combinados con el gris oscuro (neutro) del metal donde se asienta todo, traen a la memoria una tierra más fértil, o también, la roca dura donde se asienta un grupo de personas: exploradores o tribus. Es más, los materiales empleados en esta escultura le otorgan una plasticidad espectacular. Si mientras los colores utilizados son, en su mayoría, cálidos, el brillo particular que emiten recuerda que su soporte verdadero es aluminio anodizado. Por tanto, el metal da una sensación fría. Es como el contraste de temperaturas que hay entre mañana y  noche en el desierto. Resulta obligatoria la percepción de una temperatura variable y contrapuesta. El cajón rectangular que se levanta sobre la superficie de la escultura podría simbolizar una montaña, dentro del inmenso desierto, recordando las formaciones de, por ejemplo, el Gran Cañón, aunque muy regulares, puesto que siguen los preceptos del Neo-Geo. Su cumbre parece estar recubierta de blanca arena, como si se tratara de nieve enmarcada con el reborde azul que acentúa su potencial gélido. También podría ser que la arena sea simplemente arena, y por tanto, este componente vertical se asociaría con una duna. No obstante, los sacos de vinilo atados a ella se asemejan a tiendas de campaña o estructuras similares, de carácter provisional, que sirven para descansar en medio del sórdido terreno. Las rejillas de ventilación situadas tanto en la zona que guarda la arena en el cajón vertical, como las de los laterales del mismo, llaman mucho la atención también. Traen a la memoria el paso de la corriente, el viento, o si se quiere, la brisa. En definitiva, la transpiración. Rejillas así son elemento tradicional de cualquier tienda para acampar, lo que consolida la idea de unos viajeros que se hayan detenido en el desierto a reponer fuerzas. Pero ellas por sí mismas ventilan y airean el espacio, lo hacen dinámico y más vivo, aunque también más mecanizado y humano. Es una escultura que emite, por así decirlo, un afán aventurero, e invita a la exploración de los lugares más recónditos y arriesgados de nuestro planeta. 

''Diane et Acteón' (Diana y Acteón) de Pierre Klossowski (1991-1992).
Bronce policromado. 

Pierre Klossowski (Francia, 1905-2001), particular escritor, también cultivó su faceta de artista plástico, a través de la pintura (especialmente el dibujo) y la escultura. No se lo puede adscribir, como a los creadores anteriores, en un movimiento concreto. Su arte no sigue norma de manifiesto alguno. Bañado de erótica, muy común en Klossowski, el tema de Diana y Acteón es representado en este grupo escultórico. Cuenta el mito que Acteón, un cazador convertido en sublime al ser entrenado por el centauro Quirón, un día de cacería descubrió a Diana descansando y resfrescándose en la fuente de Partemia (situada en el valle de Gargafie, lugar de reposo para Acteón, ya que él quería ir a cazar al macizo Citerón, en el centro de Grecia). El joven la vio desnuda totalmente, y de este modo se pasó un rato contemplándola, mientras ella y sus ninfas eran ajenas a él. Poco después, las ninfas se percataron y cubrieron a la diosa para que Acteón no la viera sin ropa por más tiempo. Diana se enfadó soberanamente y le arrojó al muchacho el agua que tenía alrededor, mientras lo maldecía, convirtiéndolo en ciervo, y haciendo que los perros de caza que lo acompañaban le contemplaran como la presa que ahora era, devorándolo vivo. Sin embargo, en esta escultura se modifica bastante el mito original, hasta tal punto que Acteón llega a realizar contacto físico con la diosa, cosa que nunca ocurre, pues el mito busca dar a entender una especie de pérdida de la virginidad por contacto visual. O si se quiere, una potente violación de la intimidad física, de la desnudez de Diana, que no necesariamente requiere mantener relaciones sexuales. Pero en la escultura se representa a la diosa desnuda, siendo atacada por un Acteón ya maldito, con medio cuerpo de cérvido y el otro medio todavía humano. No es un hombre controlado en sus actos, sino simplemente pervertido y peligroso. Se da a entender que Diana lo maldice con el objetivo de que algo cese con su degenerado comportamiento. Está desesperada y no ve otra salida que hacer que los perros maten a su propio dueño. En vez de tratarse de una venganza, como en el mito original, es un acto de defensa. Acteón se está convirtiendo en ciervo mientras tanto, pero su desenfrenado deseo sexual no se detiene. Intenta aproximar su lengua a la axila de la divinidad, entretanto que una de sus manos agarra el brazo de Diana para que no se resista al ataque. Su otro brazo, transformado en pata, quería alcanzar la vulva, mas no pudo por ser demasiado corta. La pelvis de Acteón, no obstante, todavía está muy lejana al sexo de la mujer, y en una posición inadecuada, lo que quiere decir que no logrará abusar de ella. Los perros, mientras, mantienen una actitud extraña. El perro más cercano a Acteón es muy violento: ladra y se agarra a la pata del ciervo para poder morderlo. No obstante, el otro can es muy dulce, y lame la entrepierna de Diana cariñosamente. En todo caso, ambos están en contra de Acteón, pues uno le ataca y otro le rechaza. En este conjunto escultórico lo más curioso es la cara inexpresiva de la diosa, como de sorpresa contenida. Tal vez sea porque sabe que su pretendiente va a morir sin la satisfacción de haberse aprovechado de ella. O puede ser que, simplemente, el autor no tiene la suficiente maña como para esculpir una cara aterrada; algo que siempre ha resultado bastante complicado en la Historia del Arte. Finalmente Klossowski, representando el tema del intento de violación en esta obra, recupera uno de sus asuntos favoritos. Las mujeres secuestradas, sometidas, que van a ser violadas, o bien que practican el coito con dolor (con permiso o sin él, aunque normalmente lo último) son escenas muy presentes en la obra de este artista, muy reprimido en el ámbito de la sexualidad, y que además, era homosexual. Para él siempre resultó importante expresar la impotencia y sumisión de una persona de la que se va a abusar sexualmente, y la perversión irreparable de los verdugos.


Otras obras:
''Porte-bouteilles (Portabotellas) Hérisson'' de Marcel Duchamp (1914 - 1964).
Hierro galvanizado.



''Sin título'' de Francesca Woodman (1976).
Fotografía en gelatina de plata.

''Concetto Spaziale, Attesa'' de Lucio Fontana (1960).
Tela.

''Composition Nº28'' de Jean Gorin (1930).
Óleo sobre tabla. 

''Brillo Box'' de Andy Warhol (964-1968).
Polímero sintético y tinta serigráfica sobre madera.

''White Aphrodisiac Telephone'' de Salvador Dalí (1936).
Técnica mixta.

''The aesthetizisation of desublimated fantasies rendered impotent by unredeemable gestures'' de Manuel Ocampo (2007).
Óleo sobre lienzo.

''Frozen Civilization Nº2'' de Armand Pierre Fernandez (1971).
Residuos (plásticos, básicamente).

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