jueves, 19 de junio de 2014

''Artefacto es una mezcla de tradición barroca, gusto por la naturaleza llevado a sus límites, rasgos humanos y farándula; siempre con un toque burlesco y exagerado tan característico de este par de artistas''

La frase que se expone en la cabecera de esta entrada puede servir como resumen del arte creado por Franco Donati (Rosario, Argentina, 1979) y Santi Carbonari (Rosario, Argentina, 1983), pertenecientes al dúo Artefacto, puesto que colaboran juntos para realizar sus particulares y logradas obras. A pesar de su origen argentino, actualmente están trabajando en España, más concretamente en Madrid. La Fresh Gallery, situada en dicha ciudad, albergó una exposición de estos dos muchachos durante diciembre de 2013 y enero de 2014. Fue la denominada Wonders (Maravillas, en español): una buena síntesis de la obra de Artefacto. La susodicha galería también vende obras de los artistas. Igualmente, en su página web oficial pueden adquirirse numerosas obras.

Uno de los propósitos de estos jóvenes es conseguir aportar diversas imágenes que, pese a lo absurdas que son, recuerdan siempre al ser humano: el centro de todo. No obstante, lo critican, puesto que las obras de Artefacto se caracterizan, en la mayoría de ocasiones, por la banalidad y la hipocresía: rasgos muy distintivos también de las clases altas. Aunque son defectos tremendos, en realidad los temas de estos argentinos invitan a demostrar que la vida de las personas es una especie de teatro o de circo donde hay que ''disfrazarse'' o sobreactuar, y donde no existe la libertad, pues la gente es también muy esclava de su apariencia y de lo que los demás opinan de ella, lo cual condiciona tremendamente su forma de ser.


''La cocodrila'', mixed-media impreso en plato de porcelana francesa. Artefacto (2013).


En ''La cocodrila'', por ejemplo, se muestra una gran frivolidad; el ansia de conservarse joven y lozano. La belleza, algo que fue muy estimado durante diversos momentos de la Historia del Arte, ahora queda ridiculizado con el cuerpo de esta ''cocodrila'', envuelto en ropajes de la nobleza, maquillado hasta la saciedad y coronado por un velo y adornos florales los cuales recuerdan que ''el arte perfecciona la naturaleza''. ''La cocodrila'' es una excelente parodia de una mujer preocupada por su aspecto físico, lo cual vuelve a la idea de ser ''esclava de su apariencia''. Pero ahora aparece transformada en una bestia. La elección del cocodrilo como animal para la representación es algo que no pasa desapercibido. El reptil, caracterizado por sus rasgos arcaicos, con cabeza, cuerpo y cola robustos, piel dura a la par que escamosa y dientes de tamaños irregulares, no podría situarse dentro del canon de belleza al que se nos acostumbra, especialmente en Occidente. Sin embargo, el cocodrilo adornado, como el que aparece en este plato, ya existía en el Antiguo Egipto. El dios Sobek, gobernador del río Nilo, simbolizado como dicha fiera era ataviado con joyas con el objetivo de rendirle culto. El cocodrilo, en esta civilización, se asociaba con la fertilidad y el crecimiento, rasgos característicos del agua corriente en general, que es su hábitat. De este modo, aunque el cocodrilo fuera o incluso sea venerado en otros pueblos, en nuestra cultura lo habitual es entenderlo como una criatura salvaje, fuerte, impredecible y astuta, que tiene que ver con lo oscuro de las aguas turbias, y por tanto, con el peligro y lo que no se entiende. Aprovechando esta imagen más bien terrible, se utiliza al cocodrilo como sustituto de una joven presumida que aboga por la hermosura.

                
       ''Flamencos'', mixed-media impreso en plato de porcelana francesa. Artefacto (2013).


''La cocodrila'', por otro lado, no es una excepción en la constante figuración de la naturaleza que realiza Artefacto. Sin embargo, no es tanto la naturaleza como tema, aunque de este modo también se pueda apreciar, tal y como expresa ''Flamencos'', e incluso ''Ciervo artificial'', que se cita más abajo. Es más bien una naturaleza artificiosa, abundante e incluso idealizada, de carácter especialmente tropical, que suele adornar los escenarios de la mayoría de las composiciones, a la par que los telones de teatro en diversos tonos. Es la mezcla de la naturaleza y lo salvaje con lo humano y cultural; ésto sirve para armonizar ambos mundos, tan distintos y a la vez tan inevitablemente conectados entre sí.



El hecho de que la naturaleza y el hombre se unan en los paisajes de Artefacto hace pensar que también se deberían fusionar en los personajes que los pueblan. Y, en definitiva, así es. Los personajes teriomorfos, que traen a la memoria a los dioses de las primeras civilizaciones lideran muchas de las composiciones, como en ''La cocodrila''. De este modo se intenta reflejar el instinto y la irracionalidad del hombre, así como su enlace con el entorno más primigenio.




     

                   ''Reina de los primates'', ''Reina de los leones'' y ''Reina de las aves'', 
                                    mixed-media impresos en azulejo. Artefacto (2013).

A través de composiciones como ''Reina de los primates'' y ''Reina de los leones'' se muestra a los citados personajes con cuerpo humano y rostro animal. Aunque en ellas también se hace patente, ''Reina de las aves'' evidencia con todavía más facilidad el empleo de la''Madonna con el Niño'', del miniaturista Jean Fouquet (1450); ésto se traduce en el uso de obras de arte anteriores, más o menos reconocidas. Dicho fenómeno enlaza de alguna forma con el arte kitsch. Pero en este caso no se trata, por ejemplo, de una ''Madonna con el Niño'' de Fouquet impresa en la tapa de una agenda o cualquier objeto de uso cotidiano. Es una ''Madonna con el Niño'' de Fouquet reinventada, donde se emplea el mixed-media, es decir, la edición virtual de imágenes mediante programas informáticos (Photoshop o Gimp, por poner ejemplos posibles), además incluyendo décollages y collages, colores alternos, escenario distinto, soporte diferente... características que marcan la clara distancia con el arte kitsch.


Por otro lado, en estos tres casos, y realmente en la mayoría de obras de Artefacto, se suprimen elementos existentes en las antiguas obras (décollage), para luego incorporar otros que permiten sustituirlos (collage), refrescando la apariencia de la manifestación artística, dotándola así de nueva estética y valores diferentes. La madonna en sí apenas sufrió modificaciones. De esta forma, sus ropajes fueron cambiados de color en ''Reina de las aves'', su velo reemplazado por una corona de lo que parecen vistosas plumas negras y fucsias, y finalmente, la cabeza de su Jesús suplida por la de un loro tan puro como su espíritu al ser de color blanco. En las tres obras prevalece la exaltación de un rasgo humano que, al contrario que en ''La cocodrila'', no es banal. Se trata del instinto maternal, muy engrandecido tanto en los humanos como en los gorilas (''Reina de los primates'') y los leones (''Reina de los leones''). También, ''Reina de los primates'' puede simbolizar la evolución humana, recordando que la especie es pariente de los gorilas. Las tres creaciones, además, pueden ser un intento de asemejarse a la Virgen con el Niño Jesús, pero con la figuración de animales, creando una sátira religiosa o bien promocionando una noción relacionada con la conservación del bienestar medioambiental. Las ruedas situadas tanto detrás de ''Reina de los primates'' como detrás de ''Reina de los leones'' son astrolabios, muy característicos del Renacimiento y relacionados con los astros, el zodiaco y por supuesto los viajes. Los simulados marcos dorados recuerdan al estilo barroco y emperifollan y protegen el escenario. 



Si bien para estas últimas obras se emplearon azulejos, en las dos anteriores se utilizó como soporte platos de porcelana, mayormente francesa pero también, por ejemplo, española. Es una forma de combinar la estampa mixed-media, algo totalmente novedoso, con un soporte antiguo y de estética clásica. La porcelana, en concreto, proporciona a estas obras un grado de refinamiento potente. Son platos recuperados de anticuarios, lo que evita el gasto de tener que fabricarlos nuevos. Una vez los acondicionan, los decoran mediante un proceso de vitrificación al horno. Simplemente, Artefacto reutiliza materiales bellos pero abandonados, y los carga de una nueva apariencia. Además, ellos por sí mismos también permiten añadir un toque de originalidad y de unicidad, pues la porcelana, que se fecha incluso de siglos atrás, aporta un valor antiguo a las obras de estos argentinos. El hecho de reutilizar materiales que en su momento fueron valiosos pero que ahora son despreciados y desperdigados en tiendas es también una manera de alabar la tendencia artística denominada povera. Sin embargo, tiñe a la producción de Artefacto de un curioso sibaritismo que contrasta bastante con la idea original de arte povera. Artefacto es, en definitiva, un dúo de artistas que se basan en los contrastes para impactar al espectador. Al igual que la época barroca.



''La poetisa mecánica'', mixed-media impreso en plato de porcelana francesa. Artefacto (2013).


''Las linternas mágicas'', mixed-media impreso en plato de porcelana francesa. Artefacto (2013).

Finalmente, si las obras que se han ido comentando de Artefacto se caracterizan por la ambientación natural y los animales, ''La poetisa mecánica'' y ''Las linternas mágicas'' manifiestan algo bastante distinto: el deseo por expresar el mundo humano. Envueltas ambas en un escenario teatral, se intenta exaltar la farándula y la comedia. El escenario es sinónimo de entretenimiento, por tanto, recuerda constantemente a la banalidad citada en el segundo párrafo de esta entrada. Los hombres ociosos van al teatro a disfrutar de las funciones culturales que en él se realizan. Sin embargo, para que un hombre disponga de dicho ocio es necesario que sea lo bastante rico como para permitirse tener tiempo libre, y además invertirlo en acudir a un evento teatral. Aunque en la actualidad no es tan costoso, si es cierto que durante buena parte de la Historia el teatro estaba dirigido a las clases altas. En el siglo XIX, cuna del teatro moderno, la burguesía frecuentaba estos espectáculos. Artefacto parece querer asemejarse a esta época, no tanto mediante el uso del telón (de colores), sino más bien a través de la figuración de numerosos inventos pertenecientes, especialmente, a la Segunda Revolución Industrial, surgida a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX, tal y como el gramófono de Emile Berliner (1888), que aparece en ''La poetisa mecánica''. Además, el nombre de esta obra no sólo vuelve a referirse a lo fabril, sino que también realiza una crítica hacia la mecanización de todo lo existente, incluso de la creatividad. Por eso, la poetisa es capaz de ''crear poemas'' si se le paga un precio que ella determina primero. Sin duda, Artefacto expresa así, en varias obras, el rechazo hacia la industrialización. El hecho de que el arte se compre y se venda de esta forma tan particular no deja de resaltar las cualidades más pésimas de la sociedad consumista, que es la actual. En ''Las linternas mágicas'' se continua en la línea de la Segunda Revolución Industrial, con el auge de las ciencias exactas y naturales. Un inventor, personaje estereotipo de esta época y con rostro medio mecanizado (una muestra más del gusto por lo irónico de Artefacto), enseña al público del teatro su magnífico cinematógrafo, invento de los hermanos Lumière (1895): sinónimo de los avances en la ciencia, pero también, en este caso, del arte, con la aparición del cine. El rudo proyector fílmico, a su vez, expone una imagen de otra obra original de Artefacto: ''Ciervo artificial'', composición formada por un par de ciervos de colores estridentes e imposibles en una atmósfera bucólica. Que Artefacto decidiera proyectar esta imagen en ''Las linternas mágicas'' parece ser algo intencionado. Los extraños tonos de las pieles de los cérvidos notifican la presencia de una fuerte contaminación, la cual se percibe desde el surgimiento de la industrialización masiva, y especialmente durante el siglo XXI. Yendo más allá, incluso, las pieles de tonos vivos y raros notifican la llegada del progreso científico basado en las recombinaciones genéticas, las cuales pueden modificar la apariencia de las formas de vida por ''puro disfrute de su alternativa gama de colores''. Es, en definitiva, una naturaleza esclava del inventor y del científico contemporáneo, y que puede verse sometida a diversos peligros por ello. 
Por último, resaltar que ''Las linternas mágicas'' se denomina así porque una ''linterna'', es decir, la luz del proyector, es capaz de mostrar una realidad completamente diferente a la que se vive en el momento teatral. Una realidad que alberga un espacio y un tiempo distintos a la contemporaneidad. Es, por pura lógica, una equivalencia a la espectacularidad que provocó el cine en el momento en que surgió. 

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